Resulta muy importante recalcar la necesidad de disponer del servicio de un asesor fiscal en cualquier empresa, por pequeña que sea. Con un mercado en permanente cambio, las exigencias tributarias sumadas a la crisis económica reinante; se torna una inversión necesaria contar con profesionales de esa clase, por lo que es una buena posibilidad para hacer un curso de fiscalidad.
El asesor fiscal es el profesional que se encarga de gestionar el cumplimiento de las responsabilidades tributarias ante la administración estatal, ya sea para personas físicas o corporaciones. Para eso, se precisa previamente la elaboración de las cuentas de la empresa y en el caso de personas físicas las retribuciones y gastos deducibles en la declaración.
Luego de preparadas las cuentas de la organización o las de la persona física, el asesor fiscal deberá buscar el máximo ahorro fiscal y informar de las posibles decisiones a tomar para alcanzar el máximo ahorro, asesorándole conforme a las circunstancias personales de la organización o la persona física y adaptándolas a la última normativa vigente.
Las funciones de un asesor fiscal son: notificar de las oportunidades y opciones para ahorrar impuestos, liquidación trimestral del IVA e IRPF, declaración del Impuesto de Sociedades, administración contable en base al último Plan General Contable, presentación y depósito de Cuentas Anuales en el Registro Mercantil, reseñas de Juntas Generales de socios, legalizar libros contables en el Registro Mercantil, confección de libros registros de facturas emitidas, recibidas, gastos y bienes de inversión e
informes de gestión trimestrales acerca del estado de las cuentas.